¿Comes mucha carne y poco pescado?, ten cuidado porque las primeras son ricas en Omega 6 y el segundo en Omega 3. El desequilibrio en tu dieta entre uno y otro ácido graso podría ser un riesgo para la salud de tus arterias y el corazón.
Los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 son nutrientes fundamentales para el organismo, las llamadas “grasas buenas o saludables” que debemos incorporar en nuestra dieta al momento de elegir los alimentos. Se consideran esenciales, porque nuestro cuerpo los requiere para su funcionamiento normal, pero no los puede producir, por lo que debemos adquirirlos a través de los alimentos.
“Los ácidos grasos Omega 3 cumplen un rol protector de la salud cardiovascular, ya que su consumo se asocia a una reducción de la presión arterial, lípidos sanguíneos, un corazón sano, menor riesgo de aterosclerosis y de accidentes cerebrovasculares. Los ácidos grasos Omega 6 son esenciales para regular la producción de energía, salud ósea, de la piel y el cabello. Específicamente, se ha visto que el consumo de ácido linoleico, un tipo de Omega 6 presente en aceites vegetales, frutos secos y semillas, podría reducir el riesgo de enfermedades cardiometabólicas, la inflamación y el colesterol en sangre”, explica María Fernanda Castillo, nutricionista del INTA de la Universidad de Chile.
Proporción saludable
Es importante la relación proporcional o equilibrada en el consumo de ambos nutrientes, un alcance importante si se considera que la población suele presentar un mayor consumo de Omega 6, presente en huevos, carnes rojas y blancas, y una baja ingesta de Omega 3, que se obtiene de pescados, semillas y nueces.
“Efectivamente, sucede que la mayoría de las personas tiene un muy elevado consumo de Omega 6 y muy poco Omega 3, por lo que existe una relación desequilibrada entre estos nutrientes. Debido a esto, la principal recomendación es enfocarse en aumentar el consumo de Omega 3 y las fuentes alimenticias de este nutriente, como pescados, para poder cubrir el requerimiento diario”, enfatiza la nutricionista.
El riesgo cardiovascular del desequilibrio
En cuanto a la relación de ambos ácidos grasos con la salud cardiovascular, es sabido que tanto los Omega 3 como los Omega 6 están vinculados a la respuesta inflamatoria en el organismo, pero con una acción opuesta. “Los derivados de Omega 6 son proinflamatorios y los de Omega 3 son antiinflamatorios. Por lo que un excesivo consumo de Omega 6 y poco Omega 3, podría aumentar el estado inflamatorio”, advierte María Fernanda Castillo.
Así también, prosigue la profesional del INTA, algunos estudios advierten que el desequilibrio en el consumo de grasas esenciales, especialmente un excesivo consumo de ácido araquidónico, un tipo de Omega 6 que proviene de grasas animales, podría favorecer los infartos al miocardio y un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular. “Lo importante es que se cumpla con el requerimiento nutricional de cada grasa y no se exceda en Omega 6 o falte Omega 3”, concluye María Fernanda Castillo.
Recuerda que los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 son esenciales para el organismo y que debemos obtenerlos de los alimentos. El consumo de ambos debe ser equilibrado para proteger la salud cardiovascular.