Si has sentido cansancio y luces pálido, tal vez tengas anemia porque son algunos de los síntomas más distintivos de esta enfermedad de la sangre, que es más frecuente en mujeres jóvenes en edad fértil.
“La anemia corresponde a un déficit en la cantidad de hemoglobina, la cual es un tipo de proteína que transporta oxígeno y que se encuentra en el interior de los glóbulos rojos circulando por el torrente sanguíneo. Cuando hay anemia, entonces, los distintos órganos y tejidos no reciben el suficiente oxígeno”, explica la Dra. Isabel Mora, académica del Departamento de Medicina Familiar UC y
médico familiar mención adultos de la Red de Salud UC CHRISTUS.
¿Por qué se produce?
Es oportuno explicar, dice la Dra. Mora, que los glóbulos rojos se producen en la médula ósea con la ayuda de algunos elementos como hierro, ácido fólico y vitamina B12, y viven 120 días circulando por la sangre.
Según ese antecedente, la anemia puede presentarse por tres grandes causas:
“Por lo tanto, existen muchos tipos de anemia y múltiples causas. Lo más frecuente es que la anemia se deba a déficit de fierro, por lo tanto, el tratamiento consiste en indicar fierro durante algunos meses para reponer las pérdidas, pero siempre se debe corregir la causa de base”, dice la profesional.
Principales síntomas
La anemia puede ser leve, moderada o severa, dependiendo del grado de déficit de hemoglobina. Así también puede instalarse de manera aguda (rápida) o crónica (lentamente), “por lo tanto, una persona puede cursar una anemia sin síntomas porque su organismo se fue acostumbrando lentamente al déficit, o se podría manifestar con varios síntomas a la vez”, precisa la Dra. Mora.
En el caso de una anemia sintomática, sus signos más distintivos son:
Tratamiento y prevención
Ante la ocurrencia de estos síntomas, la persona debe acudir a la consulta médica, donde se evaluará y diagnosticará esta patología, a través de un examen de sangre simple en el cual se mide el nivel de hemoglobina.
Respecto del tratamiento, la Dra. Isabel Mora señala: “depende de la causa de la anemia, por lo que puede ir desde solo cambios en la alimentación hasta cirugías.
Si se debe a déficit de fierro, la causa más frecuente, el tratamiento consiste en indicar suplementación de fierro”.
En los casos de déficit de fierro, se puede prevenir a través de una alimentación saludable y equilibrada, rica en frutas, verduras y legumbres, “sobre todo para quienes no consumen carnes”, enfatiza la profesional.
Por otro lado, es importante mantener controles médicos al día en caso de tener factores de riesgo como alteraciones de la menstruación, sangrados crónicos, por ejemplo, úlceras gástricas; patologías inflamatorias o crónicas, como enfermedad renal crónica, o antecedentes de daño a nivel de la médula ósea.
Recuerda que la anemia es más frecuente en mujeres jóvenes en edad fértil. Por lo tanto, algunas señales de alerta son cansancio, palpitaciones y palidez.