Sabroso, contundente y nutritivo, el budín de zapallo italiano es una preparación al horno ideal para el almuerzo o cena, un plato clásico al que pocos se pueden resistir.
Su ingrediente principal, también conocido como calabacín, tiene un bajo aporte calórico pues está compuesto en más de un 90% por agua. “El zapallo italiano es buena fuente de vitamina C, nutriente de alto poder antioxidante e importante para fortalecer el sistema inmune. También aporta fibra y potasio, mineral necesario para el funcionamiento de los músculos, el corazón y el sistema nervioso, entre otros beneficios”, dice Mauricio Ríos, nutricionista, kinesiólogo y académico de la UC.
En tanto, el huevo es otro ingrediente protagónico en este plato, pues le otorga la consistencia que requiere cualquier budín para que cuaje en la cocción. En su valor nutricional destaca el aporte de proteínas, un dato importante si se considera que este budín no contiene carne. “Los huevos nos aportan proteínas de alta calidad, minerales como hierro y zinc y es un alimento rico en vitaminas importantes para el sistema inmune, tales como las vitaminas A, D, E y B12”, explica el nutricionista.
Ya que conoces el aporte nutricional de este plato, ahora anda a la cocina y selecciona los ingredientes para prepararlo.
Ingredientes:
4 zapallos italianos
3 Huevos
2 cebollas
1 zanahoria
1 Pimentón
Aceite de oliva
Sal
Aliños a gusto, como orégano, comino, eneldo o albahaca deshidratada.
Queso rallado
Preparación:
Corta los zapallos en cubos, cuécelos en agua hirviendo alrededor de cinco minutos y reserva. Pica las cebollas en cuadritos, el pimentón en corte juliana y ralla la zanahoria y sofríe todo en aceite de oliva. En un bol junta los zapallos italianos con las verduras sofritas, la sal y los aliños, luego bate los huevos e incorpóralos al bol. Mezcla bien todos los ingredientes y vierte la mezcla en una fuente para llevar al horno por 30 minutos, primero a fuego bajo y después a fuego alto para dorar. Minutos antes de finalizar, espolvorea queso rallado para gratinar. Acompaña el budín con unas papas rústicas decoradas con tomillo o romero, ¡y a disfrutar!