Las vitaminas son nutrientes esenciales para fortalecer el sistema inmune, que es el responsable de entregarnos las defensas necesarias para estar sanos.
Las fuentes naturales para obtenerlas son los alimentos como frutas, verduras, lácteos, cereales y carnes. Sin embargo, algunas personas tienen déficit de vitaminas por una dieta inadecuada o una mala absorción de ellas, en cuyos casos es necesario suplementarlas. Eso sí, es un médico quien siempre debe indicar un suplemento vitamínico inyectable, para evaluar qué déficit nutricional requiere ser resuelto, junto con diagnosticar alguna enfermedad de base y chequear las condiciones de salud.
“Es el médico quien debe evaluar cuál es el déficit vitamínico y monitorear al paciente antes y después de la suplementación”, enfatiza el Dr. Leandro Carreño, director alterno del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII) y director de Investigación de la Facultad de Medicina Universidad de Chile.
Cuándo suplementar vitaminas
Según explica el Dr. Carreño, en los siguientes casos se considera la suplementación vitamínica de acuerdo a cada caso particular:
Aliadas del sistema inmune
Las vitaminas son necesarias para muchas funciones biológicas del organismo. Entre ellas, las necesitamos para la formación de las células y para que éstas funcionen bien, pues los procesos biológicos y enzimáticos dependen de las vitaminas para su óptimo desarrollo. En particular, las vitaminas son fundamentales para las defensas del organismo, pues participan en diversos procesos bioquímicos y celulares del sistema autoinmune.
“Por ejemplo, la vitamina A es esencial para la activación de los linfocitos las cuales son células del sistema inmune y glóbulos blancos que protegen contra infecciones, mientras la vitamina D es súper importante para la formación de los fagocitos, que son células del sistema inmune que eliminan elementos patógenos del organismo. Las vitaminas del complejo B son importantes para la maduración de los glóbulos rojos, blancos y para producir citoquinas, que son pequeñas proteínas inmunológicas”, explica el Dr. Leandro Carreño.
Según explica el inmunólogo, todas las vitaminas son importantes para el sistema inmune, en particular son relevantes las vitaminas A, C, D, E y algunas del complejo B, como las B6, B9, B12 y ácido fólico.
Fuentes naturales y complejos vitamínicos
Entre las fuentes naturales de vitaminas, el profesional destaca frutas como los críticos, vegetales de hojas verdes como la espinaca, la zanahoria, cereales, legumbres, lácteos y algunas carnes, como el pescado y en particular interiores del vacuno como el hígado o “panita”.
Cuando las fuentes naturales de vitaminas son insuficientes, o el organismo no las absorbe de manera adecuada, el déficit se puede resolver con complejos vitamínicos inyectables, que contienen nutrientes esenciales para el organismo. “Son complejos que incluyen el grupo de vitaminas B, además de las C, D y A, junto con minerales como magnesio y zinc que también aportan a los procesos del sistema inmune”, acota el investigador.
Recuerda que las vitaminas son nutrientes esenciales para fortalecer las defensas del organismo. Cuando no se logran obtener de manera suficiente de los alimentos, se puede utilizar suplementos vitamínicos.